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Como me resulta muy raro esto de hablar de mi misma le voy a dejar esta tarea a una tercera persona, por aquello de perseguir una objetividad en la descripción. Aunque ya os advierto que el elegido es mi chico, no vaya a ser que otro por ahí sea demasiado objetivo y me haga un traje de esos que son complicados de quitar. Además, si mi marido se pasa de realista le advierto de las nefastas consecuencias que puede tener ese desliz y resuelto (que una cumple años hoy y además está embarazadísima, así que no respondo)…

Ostras, vaya deberes que me ponen en casa, me toca relatar la esencia de la autora de este blog que además resulta que es mi mujer. Bueno, trataremos de dibujar a mano alzada la personalidad y profesionalidad de esta tipa que hace 8 años pasó por el altar con un tipejo como yo.

Comenzaré diciendo que posee una sencillez impropia del género femenino…, ya estamos pensando raro, pero es cierto! El género femenino es complejo, o si lo prefieren, los tíos somos simples como un silbato. Ele raras veces tiene doble hoja y eso hace fácil la convivencia con ella, lo que dice es simple y llanamente de una sola lectura. Uno que estaba acostumbrado a tratar con una madre “peculiar” cuyo discurso estaba lleno de curvas y cambios de dirección, pues se encontró con una realidad sorprendentemente fácil y directa.

También diré que es una persona perfeccionista… en aquello que le gusta, porque lo que no le gusta no sabría deciros si es o no perfeccionista, simplemente no lo hace. Como habréis visto en su blog, una de sus predilecciones son las manualidades y todo lo que tenga que ver con la papelería (ella sería feliz regentando una papelería con millones de productos absurdos que solo compraría ella misma). Tiene ocupados tres cajones grandes de la estantería del salón con cachivaches, entre los que se encuentran los artefactos estrella: las troqueladoras. Son instrumentos grandes que ocupan espacio y que sirven…. Trrr (redoble de tambores), para hacer agujeros, ahí es nada, milagros de la tecnología del siglo XXI.

En lo que a lo profesional se refiere, se dedica a dibujar, retocar, colocar, borrar y crear, eso sí todo por ordenador y con bastante buen criterio la verdad: creativa o diseñadora gráfica le dicen a eso, yo cuando era pequeño lo llamaba “Pinta y colorea”. En lo que a edición de video se refiere también se maneja, aunque con más tiento porque, como quien dice, acaba de empezar a divertirse con ello.

Y tampoco me voy a enrollar mucho más que esto corre, este ha sido un resumen de las virtudes y defectos de esa que dice llamarse Ele y que tiene a bien ser mi esposa. Si quieren contactar con ella llamen a su puerta, pero flojito y con los nudillos, no vaya a ser que Little Ana o Little Dani estén dormidos.

Chau!